El maltrato del bien y el placer del desprecio. TRATÉ A MUCHA GENTE MAL, AHORA ME SIENTO BIEN De Romántica Brusca

 





Estamos frente a un poemario de mucha frescura, tiene la sinceridad de un diario, la suciedad de un trapo de cocina, la actitud de una teja de iglesia que se va a caer.

 

Romántica Brusca, es el pseudónimo de Catalina Meléndez San Martín, poeta chilena, que nos ofrece sus nimios pensamientos de sobremesa. No es una auto lamentación del yo, es la insurrección frente al reducido espacio de la familia, pasando las cosas de caliente a frío, y de frío a la frivolidad.

 

El devenir de los pensamientos le da sinceridad. Nos ofrece sus sentimientos, no todos, solo los peores.

 

Es una colección de malos pensamientos.  Es el juego favorito del gato que espera con un ratón muerto, la cacería desagradable y necesaria de los parásitos de la casa.

 

Al ser eventos abordados desde lo narrativo, le permite hacer secuencia de juicios, descripción de la idiosincrasia común.

 

Lleva una relación doméstica con las cosas. Es decir que lava verdura cruda pero podrida. La familia es un montón de alimañas y ella los toca sin asco con sorna, burla y manoseo de lo sagrado. Es hipérbole de sentimientos mínimos como el rencor o los celos entre cohabitantes del espacio reducido afectivo hasta su disposición pública con el simple ejercicio de levantar la galleta sucia del piso y metérsela a la boca.

 

Es como una revista de noticias pasadas, noticias de guerra, donde ya ningún muerto levanta interés. Sin embargo, la noticia no se borra y queda siendo atroz y sin importancia.

 

Como un cirujano alumbra con potencia, la apertura de una herida, se ven las tripas, es asqueroso y se revela nuestra patética condición real de actos desconsiderados, viscosos como nuestras entrañas.

 

No es vacía, la verdad le escuece como una costra; una piel muerta adherida, una adherencia de asquerosidad que no se cae. Su escritura consiste en aferrarse al primer impulso, agarrarse del motor de la maledicencia y el insulto, para sostener la tónica de los poemas.

 

Aunque a primera vista parece que no ha tenido cuidado en el estilo y que es más una manifestación contra la estética, tal vez de manera inconsciente ha trabajado bajo una acentuación particular. Esa sensación de franqueza y soltura es ayudada en la mayoría de los textos por su comienzo en la rítmica versal con monosílabos (he, yo, un, mi, qué, no, a, el, etc.), con vigorización en el primer golpe de voz, lo que en verso clásico se aproximaría al verso enfático, con realce en la primera y sexta sílaba:

 

“He decidido que desde hoy”

“Yo comiendo pan solo”

“Siento un dolor profundo”

Un par de gordas gringas francesas”

“Mi hermano grande y yo

“Qué chistosa es la gente”

No voy a escribir más

A veces pienso que necesito un pololo”

El padre ausente/ pero…”

“Siempre/ los demás los demás los demás”

Cuando estoy en mi bici y le pego a alguien”

Como cosas que no me gustan”

 

Más allá de la parte formal, todo ese ejercicio de patetización, no es más que un mecanismo de berrinche sostenido hacia la adultez. Es como cubrir las cosas peligrosas, la punta de los muebles, para que el párvulo que aun aprende a caminar no se corte la cabeza; cubrir los enchufes para que la inocencia no los electrocute. 

 

Al limar las cosas con el humor, las ridiculiza tanto que vuelve la realidad inofensiva. Una vez domeñada esa realidad, abusa de ella. Es decir que ha hecho que las cosas se conviertan en una cuchilla de plástico. Un juguete que ya no corta, ni piel ni venas.

 

A continuación, un poema que hace la suerte de arte poética.

 

Buscando quién ser

 

A esta hora 5:56 am

busco quién ser no seguir

en la carretera

sino ir a un pueblo

quedarme ahí un tiempo

y odiarlo

como lo hago con la mayoría de las cosas

despreciarlas

ya no sentir odio

el odio está sobrevalorado

pero no el desprecio

ahora voy a despreciarlo todo

no menospreciar

sino que de lleno tirar la flecha

a asesina

homicida

suicida

todas las flechas en una

sentir todo lo anticorrecto

 hacer sentir lo contrario a lo típico

ser típico es tan triste

no sé cómo tanta gente lo puede soportar

 

Las mismas adicciones

las mismas lecciones

esas lecciones que a mí no me dieron

nunca me retaron

nunca me prohibieron nada

 

Siempre hice lo que quise

pero no siempre me dieron el gusto

he usado a la mentira como una compañera de vida

invento lo que necesite para sentirme un poco mejor

mintiendo se puede sobrevivir a ésto

 

Esta caca que hay cerca

a esta caca fácil y frágil

 

Esta caca es un ciclo que no quiero completar

 

Esta caca que te da la libertad de escapar de todo

pero que nadie se atreve

 

Todo quieren ser reconocidos por algo

yo no

no quiero que se me reconozca

quiero que se me conozca

no me importa esa capa barata del falso éxito

porque ya nada me excita

y me siento muerta

voy a buscar mi nuevo norte

lejos de mi sur tan de dos estaciones

 

El gallo sigue a la gallina

nunca ha sido al revés

y si la lora se va el loro se muere

se muere

yo no soy ni loro ni gallo

 

Soy yo, a veces, soy yo

últimamente soy yo mucho

el ello se ha ido lejos

muy lejos, quizá debería ir con él

seguirlo

como no sigo a nada ni soy fan de nadie

más que de mí misma 

voy a seguir investigándome

 

Lejos de acá

de este entorno tan decorado de cosas invisibles

lleno de plantas respirándonos

lleno de vacío

 

 

SERGIO GARECA

ORURO, MAYO 2023

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