PÁJAROS Y MURCIÉLAGOS Festejo del encuentro entre Elvira Hernández y Antonio Terán Cavero.

 

PÁJAROS Y MURCIÉLAGOS

Festejo del encuentro entre Elvira Hernández y Antonio Terán Cavero.



Anoche, con motivo de VII Semana Internacional de la Poesía en la Ciudad de los Anillos, organizado por queridos amigos como Paura Rodríguez, Gary Daher, Gabriel Chávez; he visto conmovido el encuentro de lecturas de dos personas que admiro profundamente. Antonio Terán Cavero de Bolivia y Elvira Hernández de Chile. Ambos contundentemente poetas de estrellas con pesada gravedad.

Hoy me permito estas líneas para festejar ese encuentro y para prolongar un poco ese grato momento de poder oírlos juntos y, también, dar fe de esta admiración, comentando dos libros: “a fugitivas sombras doy abrazos” de Terán Cavero y “Pájaros desde mi ventana” de Elvira Hernández.

EL ENCUENTRO DE DOS ASTROS DE LA POESÍA

Ambos son poetas de precisión versificadora admirable. Terán cavero, describe el tiempo como una sustancia que se contiene a sí misma, la contención del misterio, la continuación de su propio ser fluyente: pasar para seguir pasando.  

“tiempo preñado de tiempo

en ese eterno fluir de sí mismo

hacia la sombra

cuando era un dios el río”

Por su parte, Elvira Hernández escribe:

“El tiempo es bocado que no se logra

saborear. Es él quien te masca”

Hace años, Antonio Terán Cavero ganaba el Premio Nacional de Poesía con un libro llamado “boca abajo y murciélago”, Elvira tiene estos versos:

“Es el medio día.

Despejado total.

De pronto vuela una flecha.

Una sombra que raya el espacio.

Un murciélago tal vez de la luminosidad.”   

Respecto a las flechas José Antonio Escribe:

“el imposible retorno de la flecha a su arco

incendia sus delirios

la vieja ensoñación de aquellas nupcias

del cielo y el infierno”

A FUGITIVAS SOMBRAS DOY ABRAZOS

Es un conjunto de oraciones a Tánatos. Es el encierro y destierro dentro de uno mismo. El poeta proscrito por su ansiedad a su propio interior. Además:

“el animal anfibio está bien en ambos lados

respira incluso bifurcado”

Dentro y fuera de sí, experimenta dos muertes inconsumadas. Su auto observación es su autolejanía, porque la ausencia hace reales las cosas:

”lo que miras no existe sino en lo perdido”

Los poemas en los que las voces se hacen compañía en un tercio de poeta, tiempo y muerte, hacen, también, el enredo de uno mismo.

Cada palabra cae de las páginas de la vida. Es un libro con guadaña.

PÁJAROS DESDE MI VENTANA

Son un conjunto de poemas contemplativos. La observación de las aves en su secreto brillante, en su resonante idioma de misterio:

“Sí. Eso somos.

Pero nos hemos acostumbrado

a comportarnos como monumentos.

Y así nos va.”

Es poesía del entendimiento. Estar en conciencia permanente. Pájaros y miradas. Remontar en la inmensidad a través de lo distante en el instante.  

En este libro conocer los objetos por irrupción y filosofía es una falta de consideración con el objeto observado, en este caso, los pájaros. En cambio, la comunión íntima contemplativa es una presentación de mayor cortesía con lo observado.

*

Después de oírlos y releerlos, yo he quedado con el silencio llenándome la boca, los oídos y el alma. Qué bello encuentro.

 

SERGIO GARECA

ORURO, 3 DE DICIEMBRE DE 2020

  

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