INUNDACIÓN en BAJO EL ECO DE TUS PIES De Walberto Vásquez
“No me gusta hablar de
mí /pero llueve”. Son versos que pueden resumir el poemario BAJO EL ECO DE
TUS PIES, de Walberto Vásquez. Un poeta inundado, por estas imágenes
recurrentes: “…habitas /en los líquidos
de mi cuerpo.” “y el vapor/ de tu cuerpo /corre por mis venas”, “donde las
lágrimas /son del color de la tinta”, “que ambiciona tragar de nuevo el amniótico líquido”, “y la
figuración atenuante de una lágrima”, “Ala espera que tu última /palabra se
diluya”, “Mis lágrimas errantes /se reúnen en la tierra /gota a gota.”, “una
lluvia de puntos ciegos”, “se acabó el vino rojo”, “por el agua infinita de los
ojos”, “antes que la lluvia /me ahogue”, “la que abre huecos en mi pecho /y los
llena con lloviznas”, “el andar de un humano herido /que desea beber /agua
perfumada”, “mientras escucho el grito de unas lágrimas mudas”, “de mares /que
disuelven mis últimos peces de barro”, “me sumergí /en lo profundo de ti”,
“donde la intensidad/ hace chorrear /nuestros nombres”,
Pero a pesar de la inundación, a contrapeso tiene la
sensación de sequedad, de erosión: “convirtiendo
en cenizas verdes la esperanza de mi último respiro”, “Ella/ se torna viento/
yo /polvo”, “en compañía /del viento /y la sal”, “ya no tengo saliva/ el
desierto es el reflejo”, “en las veredas secas del destino”, “y evocaba versos
/danzantes en la ceniza”.
Su identidad de Cielopájaro,
perseguido constantemente por la muerte, con poemas que hacen la suplantación
del amante por lo amado, con dos o tres identidades, con dos o tres tiempos (no
momentos), en los textos; tal vez, en un intento de quitarle la consistencia,
de dejar la realidad en esa cualidad líquida. La poesía de Walberto Vásquez es
un sentir que conserva la inocencia aún en la lujuria.
Creo que es un mundo en construcción, que tiene entidades
que podrían proyectarlo de manera muy enriquecida: el aprendiz de mago, el
bosque, la muerte, los ángeles; la realidad líquida de la sangre, la saliva,
las lágrimas, la lluvia, el vino; pero que esa potencialidad todavía no ha
alcanzado su plenitud, deja para luego la concreción de esa mitología
particular, que se separe de los códigos íntimos personales.
Con una trilogía muy coincidente con la manera de afrontar
la existencia que tenía Vallejo; el punto más alto y logrado es EGO SUM
SACERDOS, un poema que tiene la temática de madre-mujer-muerte, frente al
hombre vulnerable, coexistente con la uasencia profunda de los seres queridos.
EGO SUM SACERDOS
Confieso que tu vientre
fue el mejor bar para este
bohemio
que deshojé la vagina de mi
madre
por quinta ocasión.
Soy infiel por imitación
ancestral
y cedo mi cuerpo al mejor
placer.
Estoy compuesto por tantas
pieles
que casi no existo.
Confieso que soy un forastero
que prefiero el humo muerto de
mi piel
para explorar el enigma de la
resurrección.
Anhelo que el sol salga de noche
y que la luna reciba todos los
días
balas blancas
para que aúlle como el lobo que
me acecha.
Confieso, que veo sombras
caminar
con sus vestidos preferidos:
los huesos.
Sacerdote no soy
más le doy la absolución
a todos mis pecados.
SERGIO GARECA
ORURO, MAYO 2023
Muy buen artículo. Gracias
ResponderEliminarQuerido amigo Sergio, tengo que confesar que nadie me había podido leer tras letras como lo has hecho en este artículo. Sí, confieso que utilizo en tercera persona la palabra para diluir mi sentir en la brevedad de la vida, lo que vivo y lo que siento. De ese primer poemario al segundo, hay una transfusión evolutiva en los poemas, es una madurez que me ofrece la experiencia y no el conocimiento en sí de la literatura. Me siento muy honrado y agradecido de tu existir en mi vida. Gracias amigo
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