CONSTANCIA DEL FRACASO Acercamiento a ESTO NO ES UN LIBRO DE POEMAS De John Gómez

 


“El enmascarado no le ha construido un altar, sino que se ha adueñado de su libertad a fuerza de despreciarla. El enmascarado eres tú”

Juan Pablo Piñeiro

 

“El horror pierde su espanto cuando se repite mucho”

Michael Ende

 

 

Al leer este libro no pude evitar pensar en “La Historia sin fin”, inspirada en una novela de MICHAEL ENDE (él dijo que no le gustó la película). En el filme, Sebastián, el personaje principal, un niño lector, que entra en un libro cuya historia se trata de cómo Atreyu salva el mundo de Fantasía, lee y entra a la realidad de lo leído.

Pues bien, como este libro utiliza de manera altamente invasiva la segunda persona, imaginé al buen Sebastián teniendo que enfrentarse ya no a una novela llena, al fin y al cabo, de esperanza de salvación, sino este mundo de John Gómez donde definitivamente Fantasía ha dejado de existir.

Es más John es el muchacho crecido de lo que fue un niño que ha perdido el Áuryn, la nada se lo ha devorado, y el resultado es este libro.

Bromas, sinsentidos y negaciones son recursos al paso de todo el poemario. Pero la preocupación real es el tiempo.

El domingo es una pieza importante en su enfoque. Es un día antes del lunes. El lunes es el inicio de la vida laboral, de lo cotidiano, de lo forzosamente monótono, vacuo, insípido y terrible de las ciudades y su mundo de formalidad en escuelas, trabajos y quehaceres.

Esta división de dos tiempos hace que este “lunes” o “futuro inexorable”, sean de por sí la vida adulta; “el resto de tu vida”, visto definitivamente así, como un residuo de la felicidad, donde además están los titulares de diarios e informativos televisivos, de los cuales extrae con mucha frivolidad elementos, que, a más de hacernos sentir una raza miserable, son detalles de una preocupación más trascendente en su individualidad: La presencia de ese lunes en domingo.

¿Qué es el domingo? Nada más y nada menos que una niñez truncada, algo pudo ser más y no fue. La terrible presencia del futuro lleno de absurdo y obligaciones que no llevan a ninguna parte. Es esa ansiedad, la que al final, deja al domingo en pleno desgaste adelantado por la presencia inmanente de todo lo demás. Un ocio nunca disfrutado. Un mal sueño de alguien que no puede llegar al punto zen de la tranquilidad en el descanso.

Para él, en realidad, no existe una prisa, solo ve el tiempo pasar y no dejar nada. El poeta está encerrado en el domingo.

Hay otra equivalencia para el tiempo y es la carne. La carne es el tiempo. Los fantasmas son costras, es decir carne muerta de sanación. Los fantasmas están estancados en los mismos afanes de su vida y allí desperdician su muerte. Pero el que está vivo, tiene el tiempo en el cuerpo y ese es su encierro, su frustración de no poder volver a terminar el domingo que simboliza la infancia.  

La niñez no pudo vencer el tiempo. Por tanto, el tiempo es la derrota de la niñez. Ese es el gran fracaso del poeta John Gómez.

Otros tópicos como la máscara, la mosca, el gato, lo “anti todo” como antídoto, la negación permanente del vacío en la vida contemporánea, son temas menores en el libro. El sentido de incertidumbre está trabajado desde la disociación en la que una cosa no tiene nada que ver con la otra, pero está ahí como parte de la misma realidad. A ese necio muro del mundo, le avienta piedras una y otra y otra vez.

La mala suerte del poeta es estar encerrado en el tiempo, en la vida; desde donde mira más allá del tedio, pero más allá está peor porque no hay nada.

Todos los eventos narrados, no son anécdotas, ni partes periodísticas, no son poemas fotográficos, son poemas crónicos.

Nos recuerda lo que nadie quiere ver y para el poeta es evidente. El último recurso para la defensa de la libertad es la poesía. En ella descansa del tiempo. Y sobrevive al laberinto de las cosas. es el hilo que le permite regresar a casa.

 

Para culminar transcribimos:

 

Cargar en la espalda

el peso del mundo

a pesar de su fractura.

Empujar la roca

fuera del abismo

para desplomarse en él.

Nacer

morir

seguir muriendo

eternamente.

 

Dicen que el tiempo

es un tirano absoluto,

el instante preciso

de la acción,

una oportunidad esquiva,

el ensueño de la tortura

prologada en la esperanza.

 

Lo cierto

es que tiempo

es lo único

que hay.

 

 

 

SERGIO GARECA

ORURO, MAYO 2023

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