Sobre LECCIONES DE URBENIDAD- TABOGO Y OTRAS CIUDADES RECORRIDAS, de Carolina Bustos
“Tournez cent tours, tournez mille tours…”
Paul Verlaine
“Alguien dice algo que sólo puede escuchar a través de sí mismo.”
José Carlos Becerra
LECCIONES DE URBENIDAD- TABOGO Y
OTRAS CIUDADES RECORRIDAS, DE Carolina Bustos Beltrán es un diario de migración
que empieza en casa. Ciudad tras ciudad develan sus esquinas y escombros. La
memoria rebota, es el aire de la nostalgia entre las cosas. La conquista del
clima del poema que se impone.
Es un conjunto de poemas que a
veces empiezan a rebanadas. Frases cortadas de collage errático. Una mirada de
periódicos incompletos. Flashes rescatados de las visiones de una niña en el
carrusel del mundo. Las fotografías como escamas de un pez muerto y antiguo,
observado por una mujer microscopio.
Creo que EL CIEGO, es el poema
central del poemario. En él aparece el viejo andrógino adivino Tiresias. En
este poema se da la pauta en la que la realidad se poliniza y polariza. Por un
lado, está la realidad fáctica-empobrecida, la realidad que de por sí no nos
ofrece más que vacío, tedio. Por el otro lado está la realidad fantástica-causal,
en la que el actor que tuvo que interpretar a Tiresias en el escenario de la
tragedia toma conciencia de esa falsedad, la irrealidad que le da el poder de
las visiones, y que por tanto encuentra la razón de ser de las cosas en el
personaje cargado de un poder mayúsculo, superior a la simple mirada. Allí
aparece una maravillosa imagen, en la que el actor se vuelve a poner los ojos.
Los ojos como esferas son los
mundos también, giran hacia la oscuridad, contraria a la luz. Y este juego es
permanente en el que la realidad da la vuelta a su contra sentido. Además en el
poema está la referencia a Ulises, que es el verdadero viajante, pero es ajeno…
distante.
Con este mundo partido en dos, el
mundo es sí mismo y su propia antípoda; todo el poemario es la migración entre
la escena a la bambalina y viceversa. Esa es la migración real. El tránsito
entre las cosas contrarias.
De ese modo tenemos distintas
migraciones en el libro.
LA MIGRACION CUERPO ESPÍRITU. En toda la serie de iglesias y
capillas la migración va del cielo al infierno, la realidad de la teología
corriente como absurda superada por la del personaje irreverente que pisa sobre
esa realidad, un desplante.
LA MIGRACION EN LA PROPIA PERSONA. Lo mismo ocurre en la serie de
la tragedia y el teatro, en la que el actor o actriz no son nada sin su
personaje. Es el transito permanente de su ser real a su ser causal.
LA MIGRACION DEL PAISAJE EN SÍ MISMO. En el poema PISO 24, están los versos:
Del otro: una hilera de colectivos negros,
todos con vidrios rotos expulsando esmog
amarillo
En este fragmento, los buses que
pudieran ser presumiblemente amarillos y el “esmog” negro, se cambian en sí
mismos. Por su elemento complementario inmediato, sustantivo próximo, adjetivo
migratorio. La migración adyacente.
LA MIGRACION DEL LENGUAJE. No solo migra de lengua a otra lengua sino en
la propia palabra. Por ejemplo, “pá ra mo
(rir)”; es un concepto que migra de una palabra a otra, sin abandonar por
completo una, sin llegar por completo a otra; como su propio cuerpo está en
París sin salir de Bogotá.
LA MIGRACIÓN VIDA-MUERTE en el poema EXILIO 3, es la migrante en la
vida por la muerte de los otros. Está en este país gracias a que hay todavía
más gente en el tras telón de su existencia. Es la vida no abandonada y la
muerte con su aeropuerto abierto las 24 horas.
LA MIGRACION DE TIEMPO LINEAL. En la que el druida duerme en
invierno para ser verano (poema EXILIO 4). Podríamos decir que es el mismo
actor de Tiresias, cuyo sueño es la obra, la realidad causal, y el verano la
realidad fáctica.
LA MIGRACION CULTURAL, quizá la referencia más asequible, con el
conjunto de una cultura y una contra cultura en la serie de los poemas de
Madrid y el museo de El Prado.
LA MIGRACIÓN ROTATORIA. En la que hay una migración permanente de
estado que viaja de lo mismo a lo mismo, como un carrusel, tiovivo, en la que
la realidad da vueltas, sobre sí misma. No hay viaje en realidad. Es solo el
estado permanente del vértigo. Es decir, el statu quo de las cosas es girar.
Todo lo que ocurre en el poemario
es una baraja en pleno acto de barajar, con los naipes de pies y cabeza.
A continuación, transcribimos:
EL CIEGO
Ojos oscuros, rotos sin
maquillaje,
van a tientas cenicientos,
perdidos, pobrecillos guiados por
el cianuro perfumado.
Sin trastabillar procura no darte
en el morro.
Tiresias, la ceguera no es un
patrimonio ridículo.
Paséate y busca pronto al terco. Anúnciale
la noticia
y deja que se esconda en diagonal
al destino.
Hybris sentirá. Catarsis hará el humilde espectador,
vendrá el deus ex machina
te extraerá de la escena
te pondrás de nuevo el par de
esferas.
Darás un giro, cambiarás de ropa,
empolvarás tu nariz,
la luz del fondo anunciará tu
entrada
y vendrás de la oscuridad,
harás una venia, aplausos habrá,
y luego
te largarás sólo con la mirada
pegada al suelo.
Prefieres el vértigo de las
tinieblas.
SERGIO GARECA
ORURO, ABRIL 2023
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