MASOCHISTICS: POEMARIO DE CÉSAR ANTEZANA

 


 

MASOCHISTICS, Tratado de lo Cotidiano; es el poemario ganador del Premio Nacional de Poesía Yolanda Bedregal en la versión 2017, y publicado por plural el 2018, y lo firma César Antezana.

El poemario comienza con una triple sensación, la oquedad, la oscuridad y la humedad. Parte de la anécdota de sexualidad que roza levemente lo explícito, casi siempre en la descripción de un cuarto, donde existen los objetos y las personas. En la primera mitad del poemario, el “yo” poético disimula su relevancia, es más se sacrifica por un ”tú” invasivo. Tiene una redacción llana también repelente a recursos de retórica, pero rico en miradas a detalles desapercibidos en otras escrituras como canciones japonesas, spanking, cámara HD, y otros.

En la segunda mitad del libro comienza un tono de desenfado mucho más rico y potente en imágenes, con una escritura todavía atenta a una presencia unísona, permanente y persistente de un “tú” que poco a poco cambia su rol, así como sugiere el título del libro. El “yo” poético en las anécdotas que generan los poemas cambia de dominado a dominante.

Este “yo”, termina fundiéndose con el ambiente, en ese cuarto y sus presencias animales y también en sus cosas. Efecto que llega a su más amplio resultado en el poema “Internalizar” donde está al lado de una mesita, que es el propio “yo” poético desdoblado en otra entidad, su identidad humana y su entidad objeto se revela. Entonces se entra en cuenta que los poemas están llenos de simulaciones humanas.

Actúa y no en su propia anécdota, se deja hacer hasta que el cansancio hace que se transforme, lo odia en sí mismo. Se convierte en un “yo” también necesitado de sentimientos, de odio, más que todo en la confusión de miedo y deseo, de un juego vengativo.    

Los versos que podrían explicar el sentido del libro están escritos de manera literal en el poema “Amanecer”:

Sólo describo desde mi cautiverio

Mientras me desangro

Ese es mi oficio

Ya al final el “yo” poético se revela, se “desoscurece”, no se aclara, porque todo el libro está narrado como un satélite de oscuridad. Toma el control, se sustituye, transmuta su relación consigo mismo.

 

SERGIO GARECA

ORURO, AGOSTO DE 2020


 

ETERNIDAD

 yace una gota mía en la palma de tu mano

suspiro y el atardecer pierde la memoria repentinamente

te detienes

y después de un instante

jadeo

y gimo

y me quejo

 

supongo que te entretienes insultándome

y trato de callarte con mis dos manos

y me retienes

y te golpeo

y todo empieza de nuevo

Comentarios

Entradas populares de este blog

DESTRUIR ALIMENTA EL ESPÍRITU - TORO Y LANGOSTA De Manuel Aubert.

CONSTANCIA DEL FRACASO Acercamiento a ESTO NO ES UN LIBRO DE POEMAS De John Gómez

LA MALDICIÓN DEL TRABAJO EN “JOB” DE NADIA PRADO